Mitos y realidades de la esterilización canina.
Esterilizar a nuestras mascotas no solamente es un acto de responsabilidad con ellas, sino que a veces se convierte en un medio efectivo para prevenir enfermedades que se producen como resultado de la estimulación hormonal y también es un mecanismo para mantener la salud reproductiva de nuestros animales de compañía en óptimas condiciones.

Sin importar si se trata de un macho o una hembra, la esterilización es un tema que genera muchas inquietudes en los amos de animales de compañía: ¿qué tan seguro es?, ¿cambia definitivamente el comportamiento de los animales?, ¿sufrirán de sobrepeso? Aparte de estas dudas, también existen muchas excusas para no realizarla, la mayoría de ellas referentes al “estado sentimental y familiar” de perros y gatos.
Antes de hablar sobre los mitos y las verdades de la esterilización, es importante recordar que no debemos humanizar a nuestras mascotas: ellas no buscan pareja (no lo necesitan), ya que no generan vínculos sentimentales como los nuestros y tampoco vienen programadas para ser madres o padres.
La mayoría de estas creencias provienen de conceptos culturales o sociales que nosotros los humanos les otorgamos a nuestros peludos.



Verdad: antes de cualquier procedimiento, sin importar la naturaleza del mismo, es clave consultar con un médico veterinario de confianza cuya formación profesional sea la adecuada. El veterinario deberá practicar exámenes de laboratorio previos a la cirugía (cuadro hemático, pruebas de función hepática y renal, electrocardiograma, etc.) y también deberá cuidar a nuestra mascota en la recuperación postoperatoria.

Sin importar si se trata de un macho o una hembra, la esterilización es un tema que genera muchas inquietudes en los amos de animales de compañía: ¿qué tan seguro es?, ¿cambia definitivamente el comportamiento de los animales?, ¿sufrirán de sobrepeso? Aparte de estas dudas, también existen muchas excusas para no realizarla, la mayoría de ellas referentes al “estado sentimental y familiar” de perros y gatos.
Antes de hablar sobre los mitos y las verdades de la esterilización, es importante recordar que no debemos humanizar a nuestras mascotas: ellas no buscan pareja (no lo necesitan), ya que no generan vínculos sentimentales como los nuestros y tampoco vienen programadas para ser madres o padres.
La mayoría de estas creencias provienen de conceptos culturales o sociales que nosotros los humanos les otorgamos a nuestros peludos.
¿Mito o realidad?

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